domingo, 25 de marzo de 2012

Las virtudes de las campeonas

Las victorias en todas las regatas del grupo B de la Liga Eusko Tren, la doble jornada de la Ikurriña de Zarautz y el título de la competición guardan denominadores comunes. Virtudes labradas a medio camino entre Getaria y Tolosa. Propiedades que han dado a la tripulación de la Esperan-tza tanta esperanza. Facultades que de un grupo de aficionadas al remo han hecho unas campeonas.
El bloque. El míster de las dominadores de la ACT femenina destaca sobre todos los demás aspectos el fundamental. La clave. La llave del éxito: el conjunto. «Sin un bloque bien conjuntado, no hay nada que hacer», asegura un orgulloso Jabier Isasti. Cuenta que «empezamos a juntarnos desde diciembre, una vez cada quince días al principio para ir poco a poco subiendo la frecuencia a una vez por semana. Incluso en la temporada de bateles y trainerillas tratábamos de salir un par de días con la trainera y en Semana Santa hicimos un trabajo específico muy bueno». El día a día a partir de primavera ha terminado de pulir la maquinaria sofisticada que se ha exhibido ante el gran público este fin de semana en Zarautz.
Continuidad. El míster reconoce que «una de las claves para lograr que ese bloque sea factible es la continuidad de una misma plantilla. La columna vertebral de la embarcación lleva tres años remando junta y tan sólo ha habido dos incorporaciones para esta temporada». Aini-tze Illarramendi (Donostia, 25 años) llegó al principio de la campaña desde Hondarribia mientras que Lourdes Guillén (Sevilla, 31 años) dejó Astillero al principio del verano para aportar su calidad -ha sido mundialista de banco móvil doce veces- a la trainera de Getaria-Tolosa.
Cualidades personales. A pesar de que sea esa acompasada remada, empujando al unísono, lo que hace avanzar tan fina a la embarcación, el cuerpo técnico valora la aptitud personal de cada integrante del bote. Isasti señala que «Eneida Etxabe (Getaria, 23 años) y Maitane Garmendia (Ibarra, 24 años), las dos ankekos, marcan la diferencia por ser ligeras al tiempo que saben muy bien poner el ritmo. En medio de la trainera va gente fuerte que aporta potencia. Me refiero a remeras como Ane Balenciaga (Getaria, 25 años), Mertxe Aizpurua (Zarautz, 26 años) o Nekane Arakistain (Getaria, 22 años)». Ángel Larrañaga, el otro míster, sigue el repaso con Amaya Doyague (Arrasate, 28 años) y Ioana Alijostes (Tolosa, 23 años), «dos remeras que nos ayudan en la lectura de remada y asientan muy bien el ritmo de palada». Añade que «Ainitze Illarramendi (Donostia, 25 años) y Miren Edurne Segurola (Zarautz, 30 años) aúnan palanca, envergadura y agilidad». A Olatz Arregi (Zumaia, 26 años) le atribuye la facultad de ser «fuerte y completa como remera». De Naroa Urkola (Anoeta, 20 años) destaca «su excelente relación peso-vatios». Valora «la frescura y sentimiento que transmite Olatz Ortiz (Tolosa, 20 años)» y finaliza ensalzando «la complicidad entre proel y patrón, Irati Larrañaga (Tolosa, 20 años) y Olatz Aldalur (Tolosa, 20 años) respectivamente».
Madurez deportiva. A pesar de los 24 años de media que suma el grupo de quince remeras que participó en la Ikurriña de Zarautz, la tripulación demostró temple y madurez en los momentos delicados, sobre todo cuando Galicia se puso a la par a mitad del segundo largo en la jornada final del domingo. Isasti matiza que «el día anterior nos habían reducido la ventaja porque ellas tiraron de garra y mala leche en la txanpa final mientras que nosotros, por no revolucionar la remada ni desmadrarnos, no elevamos el ritmo. Comenté a las remeras que eso no podía volver a suceder el domingo porque físicamente estábamos bien. Y, efectivamente, no pasó».
Compromiso y dedicación. El logro no sería posible sin la implicación de todas y cada una de las remeras. «No se fueron de vacaciones en Semana Santa para pulir el conjunto», recalca el entrenador. Recuerda que «al principio del año nos juntamos para plantear el calendario y hubo un compromiso total para que, además de las respectivas competiciones en bateles (punto fuerte de Tolosa) y en trainerillas (especialidad de Getaria), se reforzara la dedicación a la trainera.
Unidad entre clubes. Tolosaldeko Arraun Kluba y Getariako Arraun Elkartea han encontrado el uno en el otro un socio fiel para promocionar el remo femenino en el Cantábrico. Jabier Isasti señala que «no hay piques entre remeras de un club y otro mientras que las directivas trabajan conjuntamente para sacar todo adelante. Hay mucho trabajo que no se ve, tanto en el agua como en tierra».
Mejora técnica. Tanto Ángel Larrañaga como Jabier Isasti reconocen que «hemos insistido en la faceta técnica. Cada remera ha ido puliendo defectos y mejorando a nivel personal». Insisten en que «tenemos que seguir aprendiendo».Las virtudes de las campeonas

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